Los pavimentos de resinas son superficies muy versátiles que se adaptan fácilmente a casi cualquier entorno. Por sus propiedades, cuentan con una extensa serie de beneficios que los hacen más aptos que otras opciones con las mismas prestaciones.

Entre sus múltiples características, las que más destacan de los pavimentos de resina son:

• Revestimientos: Se aplican sobre pavimentos existentes, por lo que no es necesario eliminar el pavimento actual.
• Continuos: Son superficies continuas sin juntas, huecos ni desniveles.
• Económicos: Tienen un coste asequible. Por otra parte, el hecho de no tener que retirar el pavimento actual los hace una opción aún más atractiva.
• Resistentes: Soportan muy bien la acción de los fenómenos físicos y químicos, por lo que el peso del tráfico intenso, las abrasiones y los vertidos de sustancias causan un impacto incluso menor que el que provocan en el hormigón.
• Antideslizantes: Evitan los deslizamientos y las caídas accidentales.
• Aislantes: Aíslan tanto acústica como térmicamente.
• Antipolvo: Al tratarse de superficies planas y sin juntas, la acumulación de partículas es menor que en otras soluciones de pavimentación similares.
• Ignífugos: Ideal para zonas con materiales inflamables o donde la probabilidad de sufrir incendios sea elevada.
• Impermeables: Pueden utilizarse tanto en ambientes secos como húmedos.
• Fácil mantenimiento: Limpiar la suciedad es algo sencillo, fácil y rápido. Basta con utilizar un detergente neutro y un fregado industrial.
• De aplicación rápida: Se ejecutan en muy poco tiempo, de forma muy sencilla y los hay que no generan olor, lo que los convierte en una opción ideal para empresas que necesitan renovar grandes superficies lo antes posible.
• Estéticos: Su acabado puede ser brillante, mate o satinado y lucir una impactante tonalidad de colores eligiendo entre cualquier opción de la carta RAL.